Será por la emoción.
O por el sueño.
Porque la verdad es que en las últimas dos semanas he dormido menos de lo recomendable pero vosotras sabéis bien de lo que hablo. Vosotras, las verdaderas emprendedoras, que me habéis pegado esta fiebre, que me metisteis los sueños en la cabeza, y en mi salón.
Nunca pensé que pudiese ser una de vosotras. Desde la comodidad de un empleo fijo y motivante que me encanta. Con familia. Con vida social... ¿Por qué iba a meterme en más jaleos? ¿Por qué iba a cargarme de más responsabilidades?
Y aquí estoy. Escribiendo estas líneas con una emoción que me arde en los ojos. Con la sensación de estar haciendo mucho más que publicar una web. Con el convencimiento de que AyN va a ser algo grande. Con un agradecimiento enorme a todas las amynes. Especialmente a las de la primera edición, pero también a todas las que ya os habéis hecho mis amynes y me habéis insuflado enormes dosis de cariño, apoyo y energía para emprender este sueño.
Y lo llamo sueño porque tengo grandiosos planes para AyN que hoy aún son sueños.
Leed. Leed esta web. Leed este blog. Encontraréis sueños en forma de hashtags para que los persigáis y acompañéis y ayudéis a hacerse realidad.
Sueños como:
#amyne2, el próximo mercadillo que estamos organizando.
Como #poderamyne o #juntaspodemos, que representan la intención de hacer grandes cosas, no sólo para y por nosotras, sino para el bien común.
O como este #blogamyne, que espero que sea pura #vitamyne, incentivo, motivación, aglutinador... La herramienta que me dé voz para tratar de que este sueño os conquiste como a mi.
Por último sólo quiero pedir perdón a mi marido y a mis hijas por el tiempo robado. Y dar las gracias a mi suegra y a Rocío, que son las que me han devuelto el tiempo y la energía.
Esto ha comenzado.
Laura Ródenas.
@ConsultLau